«Ser autor exige talento, formación y sensibilidad hacia lo que nos rodea; y, además, añadimos nosotros, cuesta mucho. Lo que no cuesta mucho es citar fuentes originales. Además de ser un derecho de los autores, en el caso de no hacerlo se nos niega a los alumnos el derecho a indagar, descubrir más cosas por nuestra cuenta y también, por qué no decirlo, el derecho a ignorarlos conscientemente».