«Queremos
comprobar si realmente la educación nos prepara para ser conscientes
del peligro que supone para nuestro organismo consumir alcohol y actuar
consecuentemente. Además nos preguntamos por qué nosotros sabemos decir
“no” al consumo de alcohol, mientras que muchos amigos y compañeros
practican el botellón cada fin de semana. ¿No reciben la misma
educación?».