«Nuestro profesor de Biología, Alberto, nos ayudó en gran parte del trabajo, sobre todo, nos fue guiando en cómo conseguir los permisos, cómo analizar las muestras, en qué debíamos fijarnos, qué bibliografía era interesante… y nos animó en todo momento a seguir adelante, en ser creativas y a no “dormirnos en los laureles”».